domingo, 10 de octubre de 2010

Seis claves para proteger a los adultos mayores de la inseguridad

Consejos y estrategias para que no sean víctimas de robos o cuentos del tío.


El cuento del tío. La mayoría de los delitos cometidos contra los adultos mayores ocurren en el propio domicilio, en algunos casos, con agresiones. Por eso, es importante hacer hincapié en una cuestión básica: no abrir la puerta ante la duda sobre la identidad de una persona, especialmente si se trata de vendedores ambulantes o individuos que dicen ser de una empresa determinada.
Son cada vez más comunes también los llamados mentirosos en los que supuestamente se les avisa que un familiar se accidentó o que sufrió un secuestro. Antes estas situaciones, es fundamental que conserven la calma y se contacten lo antes posible con algún familiar o con la policía, para verificar de dónde viene el llamado que, generalmente, se realiza desde los servicios penitenciarios.

Billetes falsos. Si un anciano abona una compra o servicio utilizando un billete que recién le fue entregado en el banco y alguien le dice que es falso, no le debe entregar el resto del dinero cobrado. Puede suceder que le cambien la totalidad de billetes válidos por falsos.

Información personal. Es fundamental recalcarles que no revelen datos personales a personas desconocidas o poco conocidas. Menos hacer comentarios sobre los ahorros y movimientos bancarios.

Trámites bancarios. Lo ideal es que los adultos mayores hagan los trámites bancarios en compañía. Y, en lo posible, que retiren el dinero en forma parcial. Además, ayudarlos a tener al día sus facturas y cuentas, colabora con su organización e impide que trasladen dinero sin sentido. Tampoco es bueno que cedan a sus hijos o nietos todo tipo de tramitación porque eso los puede hacer sentir incapaces.

Red vecinal. En el caso de que no se pueda vivir cerca de los familiares mayores, es muy efectiva la conformación de una red vecinal. Muchas veces, el ojo de un vecino resulta más efectivo que el de un familiar por una cuestión de proximidad geográfica y de disponibilidad de tiempo. Para eso, es muy útil el intercambio de teléfonos para que los puedan ayudar cuando lo precisen.

En casa. No es recomendable que no tengan nada de dinero en sus casas, porque, ante un asalto, esto podría llegar a prevenir un episodio violento. El perfil del delito ha cambiado: antes, en la jerga carcelaria, para los delincuentes era un signo de desprestigio un ataque a un adulto mayor. Hoy se da la situación contraria y se ven hechos mucho más violentos.

Fuentes:
-Claudio Romero, subsecretario de Tercera Edad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
-Ricardo Raúl Pedace, director General de Medios de Comunicación y Coordinador General de los Foros Participativos para la Optimización de los Servicios Policiales de la Policía Federal Argentina.
-Eugenio Semino, ombudsman de la tercera edad de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires

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