sábado, 16 de octubre de 2010

Cuando te conviertes en la madre de tu madre

Se le ha cubierto la cabeza de canas, tienes que levantar la voz para que te oiga bien y cada vez se emociona más en las reuniones familiares. Un día tomas conciencia de que tu tu madre o tu padre se acerca a la vejez, que la figura todopoderosa y protectora de tu niñez se vuelve débil y vulnerable. Es entonces cuando te surgen nuevos sentimientos y dudas: ¿Perderá sus facultades? ¿Es el momento de hacer algo? ¿Afectará esto a mi relación de pareja?
Lo primero: acéptalo:

La vejez forma parte de la vida. Es más, envejecemos porque vivimos. Pero nos cuesta aceptar que tanto nosotros como nuestros seres queridos nos acercamos a este estado a veces difícil de distinguir.

Desde el punto de vista científico, envejecemos desde que nacemos; desde el práctico, depende de cada uno. Hay personas que a los 40 años se consideran camino del declive, otras se mantienen jóvenes de espíritu y activas hasta el final de sus días. Picasso, por ejemplo, no dejó de pintar hasta su muerte, a los 92 años. Él mismo decía: Cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, procuro hacerla enseguida.

Una actitud envidiable que, por supuesto, depende del mayor, pero también del resto de la familia, que puede contribuir a que el envejecimiento sea un proceso gratificante y pleno para todos.

Así, aunque veas sus condiciones físicas mermadas, anímalos a que sigan haciendo lo que les gusta (viajar, practicar deporte, leer...). Si no pueden hacer lo mismo que un joven, hay alternativas.

Muchas veces, uno empieza a envejecer cuando pierde el interés por la vida. El científico alemán Georg Christoph Lichtenberg decía: Nada nos hace envejecer con más rapidez que el pensar incesantemente en que nos hacemos viejos. Y en gran medida a esto contribuye la mentalidad de la sociedad actual, ya que idealiza la eterna juventud y rechaza lo decrépito, lo feo y molesto, conceptos que se unen a la vejez, explica Roberto Navarro, responsable de la atención a domicilio de Solidarios para el Desarrollo.

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